Partiendo de que la ciencia se estudia a sí misma y de que hay una ciencia de la ciencia, Carnelutti –uno de los más eminentes abogados y juristas italianos– considera oportuno distinguir la especie del género, y entre las varias denominaciones que se usan para señalar esta ciencia de las ciencia, él escoge la de metodología, señalando que ésta es la ciencias que se estudia a sí misma y que de esta manera encuentra su método. De aquí se desprende que la metodología del derecho es la rama de la ciencia del derecho que tiene por objeto de estudio los métodos jurídicos. En metodología del derecho, el autor estudia el problema del método bajo el aspecto de la función y estructura de la ciencia. La obra alude a la separación entre ciencia, técnica y práctica, así como a los conceptos y sus dificultades de formación interna y externa al momento de definirse. En el primer capítulo se delinean las funciones de la ciencia del derecho (ciencia y técnica, metodología, problema de la ciencia del derecho, reglas del derecho y dela experiencia jurídica y su variedad), que Carnelutti nombra como descubrimiento de la regla de la experiencia jurídica, en los siguientes capítulos estudia la estructura de la ciencia: dato de la ciencia del derecho, variedad de los ordenamientos jurídicos, actos de obediencia y desobediencias, principio de la realidad, institucionalidad y unidas del derecho, etc., y el equivalente a la observación y elaboración de datos. Aunque breve, esta obra es profunda en su análisis y resulta fundamental en el campo jurídico, pues constituye una fuente necesaria para la labor científica y práctica. Envuelve la ciencia, la técnica y la comparación basadas en principios básicos, en la ética y en la experiencia. A través del tiempo se ha consolidado como una obra clásica del derecho, haciéndose necesaria e imprescindible para el jurista que aspire a la investigación o a la docencia jurídica.