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La distinción entre juicios analíticos y sintéticos fue revisada por filósofos anteriores a Kant, pero nadie la precisó como él y tampoco le han concedido la importancia que esto tiene. Kant escribió en 1789: “La diferencia entre los juicios sintéticos y los analíticos era ya conocida […] Pero que no se viera la importancia de la misma, provino de que parece haberse atribuido a todos los juicios a priori a la última clase y sólo los juicios de experiencia a la primera, con lo cual desaparece toda la utilidad de la distinción”. La distinción entre los juicios analíticos y los sintéticos adquiere tal relevancia con Kant, que se convierte en la piedra angular de toda la estructura de la crítica del conocimiento. Por ello es de una importancia primordial la discusión acerca del valor lógico que esta distinción puede tener como base indispensable del estudio de los juicios sintéticos a priori. A partir del pensamiento y obras, sobre todo Critica de la razón pura, de Emanuel Kant, en Los juicios sintéticos “a priori” desde el punto de vista lógico Julián Besteiro hace una larga disertación sobre “La dificultad de la distinción de los juicios analíticos y sintéticos”, “La imposibilidad de utilizar las categorías como principios de investigación y de clasificación de los juicios sintéticos a priori” de conceptos puros, y considera a la matemática como el ejemplo más brillante de una razón pura que logra desenvolverse en sí misma sin el auxilio de la experiencia, el autor analiza también el valor lógico de los juicios sintéticos a priori de la experiencia, el autor analiza también el valor lógico de los juicios sintéticos a priori en la metafísica, en las matemáticas y en la ciencia natural. Como el mismo Kant dice, “esta distinción en lo que respecta a la crítica del entendimiento humano es indispensable, y merece por esto ser en ella clásica”. Y esta obra será de gran utilidad para ello.