La formación de las comunidades políticas que vivieron procesos históricos de conquista, ha partido de autoritarias visiones, donde —en mayor o menor medida— no han tenido cabida los pueblos originarios. El libro, desde la perspectiva de los derechos humanos colectivos indígenas, revisa críticamente las formas constitucionales con las que se edificó el Estado mexicano posrevolucionario y, establece parámetros que debe considerar la (re)construcción de esas prerrogativas con base en el pluralismo jurídico y el paradigma del Estado Constitucional. Refiere elementos de fundamentación y contenido de algunos derechos colectivos, poniendo énfasis en la autonomía, en un contexto de metamorfosis del Derecho, donde las bases para la efectividad de los derechos humanos de los pueblos originarios son más claras y precisas, y donde, como indica el autor, “no debe haber pretextos para trascender a un estadio en el que la dignidad indígena jamás vuelva a ser vulnerable”. El Dr. Jorge González Galván, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM , califica el libro como “ejemplo de innovación humanística” y señala, en su presentación, que “las ideas que contiene no aspiran a mover las masas para inundar las plazas públicas, su fin es mas modesto, pero poderoso y permanente: mover las masas encefálicas”.