Para brindarle la mejor experiencia posible, este sitio utiliza cookies. El uso de su sitio significa que está de acuerdo con nuestro uso de cookies. Hemos publicado una nueva política de cookies, que deberías necesitar para saber más sobre las cookies que utilizamos.
Cuando nuestros actos provocan el efecto contrario al que esperábamos, la vida nos invita a acceder a nuevos niveles de perfección o nos degrada humanamente. Nos encontramos entonces frente a paradojas existenciales que, como el amor y el insomnio, rompen la linealidad de nuestra existencia y la tiñen de riesgo y de esperanza. Tales experiencias son el objeto de este juego conceptual. Porque la paradoja ocurre, la vida gana en misterio y nadie tiene derecho a declararse triunfador ni a sentirse derrotado. Desde esta institución, el autor propone al juego de serpientes y escaleras como una metáfora de la existencia humana, misma que cobra mayor interés en la medida en que descubrimos no estar atrapados en un juego de azar, cuando nos aventuramos a imaginar formulas capaces de evitar paradojas existenciales negativas, como el rencor, la obsesión y la angustia, que son serpientes, así como cuando nos orientamos al perdón, la vivencia estética, el humor o el misticismo, verdaderas escaleras existenciales. Quien haya jugado serpientes y escaleras encontrará en este texto una manera de asumir este juego de manera existencial que difícilmente podrá abandonar.