Este estudio describe y analiza el papel desempeñado por Alemania y Francia, a quienes hemos calificado, con mucha propiedad, como “los forjadores de la Comunidad Económica Europea y de su transformación en la Unión Europea”, cuyo proceso de constitución y construcción cumplió cincuenta años el 27 de marzo de 2007. Por ello, nos parece indispensable, en este apretado resumen, evocar sucintamente los cambios que el mundo de ayer ha experimentado y que hoy se hacen presentes en toda su complejidad y crudeza. Una de las claves para entenderlos mejor, y de modo más hondo, es visualizar y pesar los esfuerzos que nuestros protagonistas desplegaron, y que continuarán realizando en los años por venir, para concretar la idea estratégica de apoyarse y fortalecer mutuamente mediante un proceso integrativo que al arrancar en el ámbito económico fue, poco a poco, dando frutos en el campo político. La tarea fue ardua, llena de retos y contradicciones, pero, el éxito hizo que esta utopía se fuera realizando con el concurso de seis , nueve, doce, quince y ahora 27 miembros, los cuales continúan atrayendo a otros, mostrando así lo acertado de esta titánica tarea, en la que, vale recalcar, Alemania y Francia han sido los grandes forjadores e impulsores de este imaginativo y tenaz proceso que, a pesar de haber sido alcanzado por la “americanización del mundo”, sus pueblos luchan por conservar, consolidar y ampliar su identidad, fortalecer su poderío regional y nacional en aras de gestar una sociedad más cohesionada socialmente, más cercana a los valores de solidaridad y ayuda mutua, con los cuales intentan no sólo salvaguardar, sino incrementar su patrimonio logrado a lo largo de años de grandes esfuerzos de sus sociedades. Esta nueva visión más humanista, menos cargada de pragmatismo económico y político del que Estados unidos echa mano, constituye el eje de la contradicción y de los conflictos que actualmente se dirimen entre Estados Unidos y su aliada, la Unión Europea.