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En esta obra se realiza un mapeo sobre los principales problemas filosóficos del conocimiento jurídico (posibilidades, origen, esencia, clasificación, concepto y criterio de verdad, etcétera), las capacidades cognoscentes (la razón y los sentidos) utilizadas en todas y cada una de las distintas ofertas teóricas (Positivismo jurídico, Derecho Natural, Sociología del Derecho, Jusmarximo, Neopositivismo, etcétera) para resolver las dificultades ideológicas mencionadas, los supuestos filosóficos (dogmatismo, racionalismo, objetivismo, idealismo, dualismo, etcétera) en los que –necesariamente─ se sitúan las estimaciones señaladas y, finalmente, las consecuencias epistemológicas y ontológicas de los discursos legales que se elaboran desde una u otra presunción teórica. La relación epistemológica entre la filosofía y la teoría jurídica se establece en términos, en los cuales la primera determina a la segunda. Todo discurso legal (teoría jurídica) obedece a determinar necesidades ontológicas (quietud o movimiento, orden o desorden, determinismo o indeterminismo, etcétera), elaboradas sobre la realidad judicial. Dichas carestías forenses obligan al autor del discurso a utilizar su razón y sus sentidos para resolver las insuficiencias mencionadas, ubicándose ─con conocimiento o no del hecho─ en determinados supuestos filosóficos de los que nacerá la Teoría Jurídica. Esto lleva al autor a opinar sobre la discusión, las bondades o insuficiencias de las teorías del derecho que deben partir del análisis epistemológico del discurso que promueven.