Para brindarle la mejor experiencia posible, este sitio utiliza cookies. El uso de su sitio significa que está de acuerdo con nuestro uso de cookies. Hemos publicado una nueva política de cookies, que deberías necesitar para saber más sobre las cookies que utilizamos.
Felipe Curcó Doctor en filosofía Política por la Universidad de Barcelona, con especialidad en pensamiento político contemporáneo. Fue becario Fulbrigth de ciencias sociales e investigador y profesor asociado en dicha universidad. Asimismo ha sido profesor inventado en el Instituto Ortega y Gasset y la Universidad Autónoma de México, donde además trabajó como docente en la Facultad de Filosofía. Ha impartido diversos cursos en el país y en el extranjero, actualmente es profesor e investigador titular de tiempo completo en el Departamento Académico de Ciencia Políticas del Instituto Tecnológico Autónomo de México. En México ha sido colaborador y tertuliano de la serie Entre Argumentos del Canal Judicial de la Federación. Es autor del libro Ironía y democracia liberal (ITAM/Coyoacán, 2009) y de numerosos artículos arbitrados. Fue merecedor de la Medalla Gabino Barreda y desde enero de 2009 pertenece al Sistema Nacional de Investigadores. Actualmente forma parte del Consejo Editorial del diario Reforma y de la Revista Internacional de Filosofía Astrolabio. La guerra perdida es un volumen breve compuesto por dos ensayos. En ellos, el autor realiza un repaso de los principales acontecimientos en materia de seguridad pública ocurridos en México a raíz de que el presidente Calderón decidiera emprender –a inicios de su mandato– una guerra en contra el crimen organizado en el país. El libro desmantela y exhibe los propósitos con los que el discurso oficial ha intentado justificar la actual política de seguridad del gobierno. Tales propósitos quedan prontamente expuestos en su inconsistencia y falta de efectividad. A la luz de lo que el experto Edgardo Buscaglia ha denominado la paradoja del castillo esperado, Curcó argumenta que cuando la lucha contra el crimen organizado renuncia a obstaculizar la acción criminal utilizando medidas integrales de prevención social del crimen e incautación de los activos financieros de los criminales, concentrándose exclusivamente en la confiscación de armas y la detención física de personas (tal y como ocurre exactamente en México), el resultado es que a mayor aumento de sanciones policiales y militares contra los carteles delictivos , más crece el incentivo para que éstos tiendan a canalizar mayor parte de sus recursos a corromper y capturar todas las esferas del Estado. Como consecuencia, las instituciones se feudalizan, volviéndose endebles y vulnerables. Siguiendo la investigación de Buscaglia en más de un centenar de países, y aportando datos duros que son del dominio público (como que la tasa de eficiencia punitiva sobre el total de detenidos acusados de delincuencia organizada es inferior al 2%), este volumen termina exhibiendo la guerra al crimen organizado como una gran farsa sanguinaria en la que los ciudadanos hemos quedado convertidos en simple carnada del Estado.