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Volver a la escritura de Freud revisando el contexto científico de su época e indagar cómo fue concibiendo la homosexualidad para el psicoanálisis, vuelve visible la importancia que tuvo la producción del saber sobre la sexualidad en el siglo XIX, en el ordenamiento de los nuevos discursos disciplinarios, haciendo de ella el pivote de articulación de campos disímbolos como la biología, lo jurídico, la educación, la medicina, y el campo psi. El término perversión Freud lo eligió para demarcar prácticas de eróticas diferentes al común, elección echa aun a sabiendas que el término cargaba con sus sentidos sociales, imponiéndose la tarea de redefinirlo para el psicoanálisis sin lograr del todo su cometido, esta nominación ha provocado un extravío costoso al pensar las eróticas diferentes al común como psicopatológicas, como lo muestran los estudios Queer. Las posiciones de Freud como libre pensador, autor y analista, en lo que respecta a la homosexualidad, no siempre coincidieron en tiempos y lógicas, tampoco fueron las mismas posiciones que sostuvo sobre ese tema a lo largo de su trabajo y ejercicio analítico, sus escritos mantienen viva la inestabilidad conceptual sobre la homosexualidad, entre otras cuestiones, por el conflicto velado de su autor.