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La situación política del país, con sus altos signos de ingobernabilidad manifestados en el incremento de la delincuencia organizada, el narcotráfico, el debilitamiento de la figura presidencial ante un Poder Legislativo que actúa más en correspondencia de intereses partidistas que de beneficio de sus representados, el fortalecimiento de enclaves locales en la figura de los ejecutivos estatales, elecciones presidenciales puestas en entredicho, etc., se corresponde con la retracción del Estado en el cumplimiento de ser rector del desarrollo económico y de atención de los asuntos propios de la justicia social, todo ello derivado del proceso de privatización de que ha sido objeto no sólo la empresa pública, sino también la política social y la actividad política del Estado, pero que por ser la privatización de la empresa pública el inicio de la madeja privatizadora, fue que sirvió como hilo conductor para el análisis de las implicaciones sociales y políticas de esta vorágine privatizadora del Estado mexicano, así como de sus efectos al interior del régimen político del país, todo ello en el contexto del alto grado de complejidad que manifiesta hoy día el ejercicio de gobierno en México.