En el discurso, los impulsores del modelo “neoliberal” en México decían que el proceso de apertura comercial permitiría alcanzar el sueño de cualquier economía moderna, un crecimiento económico sostenido, con indicadores macroeconómicos estables y capaz de generar un gran beneficio económico a un mayor número de personas.
Sin embargo, la realidad inmediata nos indica una situación muy diferente, en donde si bien es cierto se han conseguido importantes éxitos en materia de indicadores macroeconómicos, la economía mexicana ha presentado tasas de crecimiento económico muy bajas.
Buscar una explicación concreta a la situación antes citada no es una tarea sencilla, ya que en cualquier sector y actividad económica coinciden distintos factores que en suma demarcan sus posibilidades de éxito o fracaso. Algunas de las manifestaciones de este fenómeno las podemos encontrar en la organización productiva, la tecnología o el control de procesos productivos en las empresas, el entorno social, cultural o ambiental y las acciones de carácter gubernamental que impulsan o limitan su dinamismo.
En la búsqueda de una alternativa de crecimiento económico en México. El caso del cultivo de camarón en Sonora, se analiza el comportamiento a lo largo de los últimos 25 años de la camaronicultura y el rol que han jugado los diferentes actores económicos y sociales en su tendencia. Destacando cómo las acciones gubernamentales, la organización de los empresarios y la presencia de encadenamiento productivos pueden impulsar el crecimiento económico, siempre y cuando exista una coordinación entre cada uno de ellos.
