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Históricamente, el pensamiento liberal se ha preocupado por los abusos que el Estado pueda ejercer sobre la libertad de expresión en un régimen democrático. Actualmente, sin embargo, a la preocupación por la estructura estatal, es necesario sumarle el problema de controlar el poder excesivo de los medios de comunicación situados en el terreno de la sociedad civil. ¿Cómo ha transformado a la dinámica política? ¿Qué peligros representa? ¿Cuáles son los rasgos de poder? ¿Cómo limitarlo? El libro responde a éstas y otras interrogantes sabedor de que, en última instancia, la concentración mediática representa un complejo acertijo para lograr un equilibrio entre autonomía y control. Así, nutriéndose, entre otros, de pensadores como Alexis de Tocqueville, Karl Popper, Claude Lefort, Michael Oakeshott, así como Elías Canetti, Octavio Paz, Susan Sontag y Claudio Magris, el propósito del autor consiste en rescatar y reivindicar el liberalismo político, entendido como una tradición preocupada por el control de cualquier forma de poder, sea este público o privado. Y donde el Estado, construido bajo ciertas condiciones, juega un papel decisivo para edificar una competencia y libertad efectiva