Toda la obra del novelista y poeta inglés David H. Lawrence, es la de un gran artista que retrata un mundo de personas, dibujando o describiendo emociones y temperamentos, sus temas son variados: familia, individuos, soledad, amor, sensualidad, depresión y melancolía. La relación entre sexo y literatura es algo muy recurrente en sus obras, acentuando en ello la dignidad y belleza del cuerpo humano, la vida como posibilidad de plenitud, la inteligencia como exigencia y condición de la libertad. La virgen y el gitano representa el regreso de Lawrence maduro a sus temas iniciales, aunque fue escrito entre 1952-26, este libro fue publicado hasta después de su muerte (1930). En esta novela reaparece uno de los motivos centrales de sus obras: el amor entre categorías sociales distanciadas, aquí este distanciamiento social nos proporciona una clave importante para la comprensión de Lady Chatterly, aquella esposa, muda espectadora de la pasión literaria de su esposo mientras ella se consume en el vacío, desenado un hijo que llene de afecto su corazón lleno de soledad. La virgen y el gitano es la historia de una adolecente que nace al amor adulto, mientras que el gitano, tan ajeno al mundo de la protagonista, es la encarnación de los anhelos que empujan hacia la libertad, hacia la vida, fuera del entorno de muertos vivientes, cerrado y mezquino, servil y conformista al que Lawrence despreciaba, pero este amor será vivido resistiendo toda clase de obstáculos. Leer a Lawrence, una de las figuras literarias más influyentes y controvertidas del siglo XX, es una especie de aventura, un viaje de descubrimiento de novedades y cosas extrañas, porque en cada una de sus obras nos refleja un universo diferente al de los seres comunes, mostrándonos un mundo más brillante e intenso con el cual, al ir leyendo, nos va liberando.
