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Las mejores coediciones, las entregas mas rápidas, la mejor atención
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Pedro Aretino, autor teatral y creador de libelos, dotado de un fino ingenio, consiguió, por medio de sus irreverentes obras, establecer un refrescante contrapeso a la refinada cultura de su tiempo. Su obra está compuesta por gran cantidad de temas y no sólo por literatura de escándalo, como algunos lo definen, tal vez, por estos Diálogos donde analiza la institución cortesana como una prostitución física y moral, como fenómeno típico de una sociedad en crisis, transmitiendo a través de ella su ácido e irreverente punto de vista acerca de la sociedad y costumbre de su época, constituyendo una despiadada sátira de ella. A Diálogo de casadas y cortesanas se considera como la obra que contribuyó en gran manera para que Aretino se le considere como escritor obsceno, aunque no hace más que describir la profesión de cortesana. Está dividida en dos partes, la primera, situada en Roma, contiene un coloquio donde una mujer narra a otra la vida de las casadas, en la segunda parte, en el mismo lugar del día anterior, esta misma mujer cuanta a su hija la vida de las cortesanas. De esta manera, el autor describe varios aspectos del mundo de las monjas, las cortesanas y mujeres casadas: sus amores, deseos, lujuria, sus celos e interés, así como sus maledicencias. Aretino describe el ánimo de sus personajes, presentándolos vivos y con detalles reales, son personajes femeninos que dominan con sus artes el débil mundo de los hombres que las rodean. Aparecen lo mismo amantes lujuriosas que madres (cortesanas consumadas) motivando a sus hijas para sacar provecho de su cuerpo, enseñándolas a ejercer el oficio de cortesanas, revelándoles todos sus secretos e inconvenientes, las traiciones de los hombre a las infelices que les creen, todo esto es descrito con una astuta malicia. Es una obra viva llena de inspiración desenfrenada, alejada de toda hipocresía, falsa moral o pedantería, que describe perfectamente y satiriza a este mundo corrompido y sensual de las clases sociales altas de la Roma del siglo XVI. Así como logra el Decamerón, describiendo un mundo erótico, descarado y cínico, con historias llenas de erotismo, esta obra logra despertar la libido de los lectores.
Referencias Específicas