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La libertad de expresión es uno de los principales pilares de toda sociedad democrática y puede afirmarse que posee carácter constituyente para cualquier régimen político basado en el autogobierno. Su respeto suele servir de indicador para evaluar índices de democratización y respeto a los derechos. Lo cual no significa que opere en el vacío: el miedo y los prejuicios pueden dar al traste con cualquier esperanza de convivencia civil, como han de mostrado diversas lecciones históricas y numerosos episodios e incidentes actuales, resultando que los amigos de la intolerancia y el despotismo consigan imponerse bajo mensajes excluyentes. De esta forma la articulación de herramientas de análisis suficientes debe considerar el contexto social y político en el que sean promovidos la violencia, el odio y la desigualdad, para que sea posible sostener un entramado institucional robusto frente a las amenazas a la democracia, pero al mismo tiempo que salvaguarde el derecho fundamental a la libertad de expresión. El trabajo que el lector tiene entre sus manos procura una reflexión iusfilosófica ilustrada por jurisprudencia y casos específicos, dando cuenta de distintos enfoques de diversos autores y corrientes acerca de la libertad de expresión y sus posibles límites, e intentando contribuir al final con una serie de soluciones que participe del diálogo entre todos ellos. El objetivo no deja de ser, en todo caso, el de contribuir a un esfuerzo conjunto dirigido a facilitar la paz y la autonomía de hombres y mujeres de muy distinta procedencia.